domingo, 12 de julio de 2009

Polémico y audaz

(Publicado en Semana ed. 1414)

Sobre el escritorio de Giancarlo Mazzanti (Barranquilla, 1963) reposan dos revistas italianas de arquitectura que han hecho especiales editoriales sobre Colombia. En días pasados lo visitó una periodista holandesa que quería entrevistarlo para un programa de televisión. Ciento noventa y seis publicaciones alrededor del mundo (en donde se incluyen las revistas A+U de Japón, Arquitectural Digest de Rusia y Magaz de Arabia Saudita) han dedicado varias páginas a sus obras. Hasta el Phaidon Atlas of Contemporary World Arquitecture ha reseñado la obra de este egresado de la Universidad Javeriana, que realizó estudios de posgrado sobre historia y teoría de la arquitectura y el diseño industrial en Florencia. No es atrevido decir que en este momento la arquitectura colombiana se encuentra en uno de sus momentos de mayor internacionalización y que Mazzanti ha sido uno de los que ha abierto el camino para que los ojos del mundo de la arquitectura se posen sobre Colombia.

Polémico y respetado, a veces criticado con dureza, Mazzanti ha sido blanco de fuertes cuestionamientos. Para muchos no es comprensible cómo el reconocimiento de la arquitectura colombiana ha llegado gracias a obras que tienen grandes similitudes con las de arquitectos como David Chipperfield o Rem Koolhas. En junio de 2008 el blog Esfera Pública abrió un debate sobre la Biblioteca Parque España y sobre el premio obtenido en la Bienal Iberoamericana de Lisboa en donde se planteaba que la arquitectura del barranquillero estaba más volcada hacia las vanguardias internacionales que hacia la construcción de una arquitectura nacional y en donde también se le acusaba de copiar obras como el Centro Multimedia de la Universidad de Hong Kong de Chipperfield y la Casa da Música de Koolhas, en Oporto. Un debate planteado por una arquitectura que defiende las formas y la originalidad, sobre el cual Mazzanti nunca se pronunció. Claro que hoy, y meses después de los correos y las cartas de arquitectos como Guillermo Fischer, es enfático al decir que su arquitectura no habla de la forma sino de los efectos que causan sobre la gente los espacios que él construye: "Si no tuviéramos en cuenta el entorno, si no hiciéramos arquitectura que pertenece al lugar, la apropiación no se daría".

Por otro lado, es claro para Mazzanti que la discusión sobre una arquitectura propia de Colombia no es válida pues dice "no creer en nacionalismos". Para él, el debate sobre las vanguardias internacionales en la arquitectura colombiana no es nuevo: "De cierta manera fue lo mismo que pasó en Colombia en los años 40 y 50 con la llegada de la modernidad. Esa era una posición universal que llegó a Colombia con Salmona y con Bermúdez y que hacía parte de un discurso más amplio".

Para el barranquillero haber ganado la Bienal Iberoamericana de Arquitectura de Lisboa en 2008, con la Biblioteca Parque España, localizada en el barrio Santo Domingo Savio de Medellín, permitió que se abriera un camino para que la comunidad internacional se diera cuenta de que en Colombia hay muchos arquitectos jóvenes con propuestas contemporáneas y de gran calidad. Un ejemplo de esto es la edición 482 de la revista italiana Abitare que dedica toda su edición a la ciudad de Medellín, reseñando no sólo obras de Mazzanti sino también el Orquideorama del Jardín Botánico (de Plan B arquitectos y Jprc), entre otras.

Mazzanti, quien también construyó el Museo del Caribe en Barranquilla, la Biblioteca León de Greiff en Medellín y el Colegio Gerardo Molina en la localidad de Suba, en Bogotá, entiende que el mecanismo de concurso para obras públicas que se ha establecido en el país, especialmente en Medellín, es uno de los factores más importantes para que en este momento la arquitectura colombiana sea reconocida por su calidad y para que se posicione a la vanguardia de Latinoamérica. Son precisamente estos concursos los que han permitido que sectores deprimidos de Medellín se transformen y que la ciudad se encuentre en el centro de la discusión de la arquitectura mundial en este momento.

Y es que para Mazzanti la arquitectura es uno de los instrumentos más poderosos para la transformación social: "En la medida en la que las comunidades tengan la capacidad de apropiarse de los edificios, se producen transformaciones no solamente físicas, del lugar, sino también sicológicas, pues la comunidad empieza a sentir orgullo alrededor de la arquitectura." Este era precisamente el objetivo del proyecto de la Biblioteca Parque España: crear un edificio que fuera lo suficientemente simbólico y sugestivo para que los habitantes de esta localidad tuvieran un sentido de pertenencia. Objetivo que se cumple cuando los turistas que visitan la biblioteca encuentran montones de niños que quieren servir de guías y que ya no sienten vergüenza de decir que viven en Santo Domingo Savio, comunidad estigmatizada por ser el barrio donde vivían la mayoría de los sicarios que trabajaban para Pablo Escobar en la década de los 90.

En este momento está construyendo el Jardín El Porvenir, en la localidad de Bosa de Bogotá. Una obra que pretende llevar la arquitectura al mismo nivel de lo didáctico y así jugar con texturas y patrones que permitan que los niños se familiaricen con diversos elementos. Un proyecto arriesgado que una vez más le permitirá al barranquillero experimentar de qué manera la arquitectura puede ser un elemento poderoso de transformación, no sólo de espacios sino del sentir de las personas frente a ellos.

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